Jeff Bezos dejó la empresa en la que trabajaba como directivo, con toda una carrera profesional por delante en Wall Street y en el mundo de las finanzas, para poder montar su propia empresa en el mismo garaje de sus padres tras pedirle a sus padres los ahorros que habían obtenido durante toda su vida, en total, unos 300.000 dólares americanos.
Fue en 1995 cuando empezó a formar la librería online que iba a acoger el nombre del sudamericano río más grande del mundo, comparándola con el uso masivo que se hacía del internet, así como todas las posibilidades que podría ofrecer en el futuro con su web de comercio electrónico. Amazon.
Su brillante idea era tan solo la de ofrecer un catálogo enorme de libros para que el público pudiera escoger un mismo título de diferentes editores y pedirlos directamente en una sola compra.
Poco tardó en recoger los frutos de su inversión, pues en seguida comenzó a ingresar más de 20.000 dólares a la semana con la venta de libros, lo que le permitió lanzar su empresa a bolsa dos años más tarde de su lanzamiento, convirtiéndose en el líder del comercio electrónico.