Actualmente, se lleva la palma la gran Facebook, ya que permite realizar compras y ventas a través de sus redes sociales, resultando un método efectivo para las empresas. Los seguidores (y no seguidores) de las marcas pueden hacer compras a través de las imágenes o del contenido visual compartido por la marca.
A veces Facebook redirige el tráfico a la tienda online de la propia marca para que finalices tu compra allí, generando confianza en el cliente.
Este tipo de e-commerce es perfecto si el público de tu empresa es un público joven y familiarizado con las nuevas tecnologías.